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Publicado el 15 junio, 2025

Mallorca Live Festival 2025 (Tercera Jornada)

Fotografías de José Luis Luna y Luis Sergio Carrera
Crónica de Víctor M. Conejo y Annalisa Marí Pegrum
Mallorca Live Festival 2025 (Tercera jornada) - Iggy Pop - Mallorca Music Magazine

Palma, sábado 14 de junio de 2025

Visita histórica, punkrock frágil

Figura trascendental de la historia de la música, la segunda visita a la isla de Iggy Pop confirmó en el Mallorca Live Festival que el punkrock antológico con 78 años de edad no existe, en una gran jornada de clausura donde de nuevo reinó la mixtura ejemplar de géneros y actualidades musicales ya propia del evento, liderada el sábado por los bolazos de Biznaga, Barry B, Judeline, FEZ, Anadie, Lyra’s Hëll, Siloé y, en menor medida, Bad Gyal, Mercury Rev y Baiuca

 Por Víctor M. Conejo y Annalisa Marí Pegrum
 José Luis Luna y Luis Sergio Carrera (ver galería)

El tercer día es siempre el más duro, pero no por ello el peor. Un pequeño esfuerzo y este gran, grandísimo festival cerrará sus puertas hasta el año que viene. Al cerrar esta edición no sabemos todavía si ha habido más o menos gente que el año pasado, pero una cosa está clara: sin el Mallorca Live Festival, la vida cultural y musical en la isla sería notablemente más gris.

El arranque local sabatino estuvo protagonizado por el diestro clasicismo actualizado de Fera, el garage cosmopolita de Go Cactus, y sobre todo por la vigorosa personalidad de Lyra’s Hëll y Ritual Nepal, retrofuturistas metaleras aquellas, indie rock nostro estos.

A la caída de la tarde la DJ y productora sudafricana-guineana residente en Brooklyn Aquatie ha sorprendido al público en el escenario La Plaza con un un set ecléctico en el que era simple y llanamente imposible no bailar. «Electro para niñas malas», sonrisas y música disco que han puesto de buen humor a quienes han optado por perderse a Siloé y Judeline.

El concierto de FEZ ha sido sin duda uno de los mejores directos del festival. Psicodelia vibrante, rock progresivo en estado puro y una energía contagiosa que ha convertido el escenario en una auténtica fiesta sensorial. Buenrollismo total y una conexión con el público difícil de igualar. Sabes que estás en un buen concierto si ves a uno de los programadores del festival bailando y dándolo todo. En la misma línea de triunfo absoluto, tanto que poco más cabe añadir, los extra-extraordinarios Biznaga. Por su parte, Siloé volvieron a conectar con su intensidad accesible, venirse arriba en versión siglo XXI, emotividad de marca blanca, conciertos crossfiteros. Por tanto, multitudinarios. Que nadie se lleve a engaño: todo ello es otra forma de talento.

Si una de las características más acertadas del MLF es haberse cimentado como una cita para descubrir nombres y música, uno de los hitos de este año en dicho sentido ha sido la malagueña Anadie. Imponiéndose a pequeñas dimensiones y grandes vacíos, construyó escaleras desde su talento versátil hasta una audiencia primero sorprendida y en última instancia entregada.

Iggy Pop dio el concierto de punkrock esperable, obvio y de prever: el que se puede dar con 78 años de edad. Evidentemente le han montado una bandaza del copón que ofrece un sonido punkimpecable y rockrotundo, pero la energía, dinamismo y vitalidad son lógicas, esperables, obvias y de prever en alguien con 78 años: más bien frágiles. Es lo que impone la óptica aséptica y/o exigente y/o profesional, la del acólito entregado de antemano y acrítico obviamente es otra. Su anterior visita fue hace 22 años, y con 56 años de edad sí dio un concierto apabullante, demoledor y categórico (firmo: este que firma estuvo presente). En el MLF no podía suceder y no sucedió. Es igualmente incontestable que la segunda visita a la isla de esta figura de categoría gigantesca en la música del siglo XX fue un acontecimiento histórico.

¿Qué decir del concierto de Barry B en el escenario de Radio 3? Había que estar allí: la recompensa de quienes han optado por perderse el concierto de Iggy Pop ha sido la de gozarse un concierto redondo e inmaculado, a pesar de la potencia sonora descomunal del septuagenario norteamericano que amenizaba el escenario principal. ¿Puede que haya sido uno de los cabezas de cartel con menos público de la historia del festival? Barry B ha enlazado un hitazo tras otro frente a un público que coreaba prácticamente la totalidad de sus canciones. Con el cantante de Aranda de Duero no necesitamos diazepanes ni lorazepames, preferimos morir mañana a vivir mil años sin conocerle. «Yoga Bonito», «Vis à vis», «Infancia mal calibrada», qué gran repertorio de temazos cantados con contundencia: vulnerables pero directos.

Perrismo en dos escenarios a la vez: por un lado Bad Gyal, en un concierto orquestado hasta el más mínimo detalle. Como ejemplifican anteriores visitas a la isla, dicha puesta en escena y narrativa calculada la ha llevado a ofrecer actuaciones memorables. No fue así en esta ocasión, pues imperó un cierto esquematismo y repetición funcional de recursos y clichés. En el otro glúteo, digo lado, la cantante de Vigo y origen brasileño Lua de Santana ha sorprendido y deslumbrado en un directo portentoso y, oh-la-la, auténtico. Mucho bling-bling, meneo de caderas, sudor y eclecticismo. A pesar de haber tocado en el escenario más pequeño del festival, sus ritmos pegadizos han contagiado al público al instante.

De vuelta en Es Jardí, el technofolk gallego de Baiuca ha hecho bailar en uno de los últimos conciertos del festival: con su puesta en escena impecable y sus audiovisuales hipnóticos una no podía evitar recordar el concierto que dio hace dos años en el mismo escenario. ¿Igual de perfecto? Sin duda alguna.

Para cerrar una de las programaciones más heterogéneas de todo el festival, el trío gallego Coolnenas ha pinchado y bailado sobre el escenario de Radio 3 clasicazos atemporales y hits modernos. El cierre de facto llegó con los mayúsculos ELYELLA, en esta ocasión con un set demasiado orientado al denominado «indie» español actual, es decir, música evidentona y ñoña. En símil gastronómico, tampoco se les pedía bogavante o cocina Estrella Michelin (son unos jugones y son capaces de todo), pero es que básicamente ofrecieron patatas fritas congeladas.

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Publicado por:

Fotógrafo de la escena musical española y local desde 2010.
Colaborador de festivales y revistas de ámbito nacional, ha expuesto en diversas ciudades españolas y en el extranjero.
Fotógrafo en Mallorca Music Magazine.

Director de Mallorca Music Magazine, ejerciendo de fotógrafo, editor y redactor.
Apasionado de la buena música y las artes escénicas.
Fotógrafo especializado en fotografía musical y de conciertos.

Periodista de Cultura desde 1997. Lo último, 18 años en Diario de Mallorca (también como diseñador editorial). Antes recuerda haber pululado por Cadena Ser/Radio Mallorca, IB3 TV/Ràdio, Mondo Sonoro Balears, Youthing o Radioaktivitat, más diversas promotoras, productoras, agencias de comunicación, centros de creación y gestión cultural, etc. Ingresos extra como DJ y liante.

Filóloga, traductora y ex-activista cultural, pero eso es lo de menos. Ha escrito para lecool, 40putes, nosaltres y otros fanzines y periódicos de dudosa reputación. Empezó a apasionarse por la música en directo mientras trabajaba sirviendo copas en el Jarana, y a día de hoy es profesora y tiene gustos musicales parecidos a los de sus alumnos, lo cual le preocupa.

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